viernes, 27 de febrero de 2015

Cortometraje: Protopartículas (Chema García Ibarra, 2009, 7’)









  




“Dentro de mucho tiempo, un desconocido vendrá a buscarme, y me ofrecerá participar en el experimento protomateria” Son las primera palabras que oímos en Protopartículas, pronunciadas trabajosamente por una voz de leve acento murciano. Los escenarios son increíblemente mundanos: una tienda de barrio, la vivienda de una familia, las aceras de una ciudad de provincias. La historia que oímos, en cambio, es muy diferente: institutos científicos, teorías revolucionarias, experimentos en el espacio con consecuencias devastadoras. Entre la tienda de ultramarinos y la sala de estar, se cuela una figura extraña, un hombre vestido con una especie de traje de buzo que vive con una familia en una ciudad española que no es nombrada. Es él, suponemos, quien nos cuenta la historia. Quizá sepamos cómo ha llegado hasta allí. 

 
Es el mundo de Chema García Ibarra, un cineasta alicantino que combina el costumbrismo con la ciencia ficción, el realismo de la imagen digital con la escenografía del absurdo, el humor y la ironía con la poesía de lo desconcertante. García Ibarra se dio a conocer con su muy recomendable cortometraje El ataque de los robots de nebulosa-5. Con Protopartículas logró una mención del jurado en el festival de Sundance de 2011, algo especialmente destacable para un cortometraje español de estética minimalista y de presupuesto casi inexistente. Sus películas  tiene huellas del humor más costumbrista combinadas con una imaginería fantástica extraída de viejos comics y películas de escaso presupuesto: García Ibarra filma al nivel de la calle pero con la vista puesta en las constelaciones más lejanas.

El director acaba de terminar su primer largometraje, Uranes, realizado dentro del proyecto littlesecretfilm (ahora mismo puedes verlo, por solo dos dólares, en su canal de vimeo) La película se rodó en un solo día con diálogos improvisados (como mandan las normas del citado proyecto) y a pesar  de la obvias limitaciones, responde fielmente a sus estilo e inclinaciones. El argumento gira en torno a una invasión de huevos aliégenas, y la dramaturgia, en torno a lo que se ve y lo que no se ve, en torno a la irrupción de lo extraño en un mundo de apariencia cotidiana.  Así que, si disfrutas de este pequeño relato de humor cosmológico, atrévete con el largometraje.