Todo comenzó cuando los hermanos Coen se aproximaron al productor músical T-Bone Burnett, con quien ya habían trabajado en El gran Levowsky y sobre todo en O Brother where art thou? “Joel dijo: Estamos pensando en hacer una película sobre un cantante de folk. Queremos hacer una película sobre Greenwich Village en 1961, justo antes de que Dylan llegara allí. Queremos hacerla con canciones reales, pero gente inventada. Queremos hacerla con toda la música interpretada y grabada en directo en el set. Eso es lo que dijeron que querían hacer, y eso es exactamente lo que hicieron.” El Greenwich Village de principios de los años 60 es recordado como un escenario de bohemia artística poblado de jóvenes músicos que se dejaban el pelo largo y se redefinían a sí mismos descubriendo la música tradicional norteamericana (el blues, el country en todas sus variedades, etc) para recargarla de significado político, convirtiendo sus canciones en una forma de resistencia. Un lugar lleno de cafés donde cada noche tocaban artistas desconocidos armados con guitarras acústicas y barbas pobladas, frente a mesas en las que grupos agitados discutía de política o recitaban poemas. Era uno de esos sitios recorridos por una constante energía creativa en busca de tomar la forma precisa, un espacio lleno de posibilidades en el que sus habitantes soñaban con de ocupar un espacio de relevancia en la cultura popular. Un día, apareció por allí un joven y desgarbado muchacho judío de Minnesotta llamado Robert Allen Zimmerman y ocupó ese espacio definitivamente, transformando las posibilidades de la música y disolviendo la energía de la escena.
El modelo: Dave Van Ronk a principios de los 60 |
Oscar Isaac caracterizado como Llewyn Davis |
La figura en la que los hermanos Coen se inspiran para este proyecto es la de Dave Van Ronk, un pionero de la escena folk cuya relevancia dentro el mundillo de Greenwich Village hizo que fuera conocido como “el alcalde de la calle MacDougal” . Según el crítico musical Robert Shelton, Van Ronk era “el alcalde musical de la calle MacDougal, un hombre alto, lenguaraz y peludo con tres cuartos, o más exactamente, tres quintos de sangre irlandesa. Coronado por un pelo marrón claro y una barba leonina, que se mesaba varias veces en un minuto, recordaba una cama deshecha repleta de libros, fundas de discos pipas, botellas vacías de whisky, versos de oscuros poetas, y cuerdas rotas de guitarra. Fue el primer gurú neoyorquino de Bob Dylan. Van Ronk era un museo andante del Blues. Tras un interés temprano por el jazz, había derivado hacia la música negra. (…) Su carácter era áspero e irritable, enmascarando un interior cálido y sensible. Van Ronk redefinió el blues de una manera íntima. Durante un tiempo, su seguidor mas aplicado fue Dylan” Según su amigo y biógrafo Elijah Wald, el personaje de Llewyn Davis no tiene nada de la persona de Van Ronk, pero su música sí. La pieza central que han elegido los Coen para su película es Farewell (Dink’s Song), una canción tradicional que fue parte esencial del repertorio de Van Ronk. Aquí mismo puedes comparar la versión original con la interpretada por Oscar Isaac en la película.
La colaboración con T-Bone Burnett es clave para entender el proyecto. El veterano músico acompañó a Dylan en su legendaria Rolling Thunder Revue, en los años setenta. En las siguientes décadas, se convirtió en un reputado productor, trabajando con artistas como Roy Orbison, Elton John, Elvis Costello, Counting Crows o Los Lobos. Su participación en la creación de la música de O Brother where art thou? logró que la banda sonora de esta película se convirtiera en todo un fenómeno de la música country. “Había escuchado a Van Ronk cuando era más joven, pero nunca me alcanzo. Yo era un sureño, criado en Texas, así que escuchaba un montón de Jimmy Reed, esa clase de cosas. Un montón de R&B y blues. Formaba parte de un grupo de amigos que tocábamos un montón de música de los montes Apalaches, algo de la familia Carter, Stanley Brothers, Jim and Jesse, esas cosas. Pero Van Ronk nunca resonó conmigo. Ahora me gusta y lo entiendo mejor. Dylan es una persona que fue capaz de ir adelante y atrás al mismo tiempo. Eso es de lo que trata esta película. Para mí, trata de la realidad que tenemos que afrontar todos de ir hacia adelante y hacia atrás en el tiempo a la vez. No podemos ir solamente hacia adelante, y no podemos ir solamente hacia atrás” Una vez más, Burnett se ha rodeado de músicos contrastados, como Justin Timberlake (que interpreta a Jim Berkey, un músico con intenciones más comerciales que el sufrido protagonista) o Marcus Mumford, de la exitosa banda Mumford and sons. Oscar Isaac, el actor guatemalteco que interpreta el papel protagonista, es conocido por sus intervenciones en películas como Drive o El legado de Bourne, pero también tiene una modesta carrera como cantante que sin duda esta película realzará. En esta escena, Isaac y Timberlake, acompañados de Adam Driver, interpretan la única composición original de la banda sonora, Please, Mr Kennedy, una canción-protesta acerca de la carrera espacial.
“Mientras que Dylan es el poeta, explica Oscar Isaac, este personaje era el trabajador. El no es la estrella errante recorriendo el cielo, es el hombre levantándose del suelo, luchando, siempre andando cuesta arriba, intentando mantenerse fiel a sí mismo, pero al mismo tiempo siendo hipócrita de vez en cuando, maniobrando en este extraño mundillo donde la música estaba realmente cambiando.” Dylan, antes conocido como Robert Allen Zimmermann, después como Judas, es solamente un nombre más entre los personajes que pululan por un barrio repleto de filósofos y aspirantes a profetas, aunque su ausencia llena el espacio por completo. Dylan cambio mucho en los años siguiente, incluso antes de coger la guitarra eléctrica, pero hubo un momento en el que fue un pretendiente más a la gloria del folk, reivindicando la herencia de Woodie Guthrie y actuando gratis en el legendario Gasligh Café, un garito populoso ubicado en un sótano de la calle MacDougal en el que los músicos tocaban gratis y después pasaban el sombrero ante la concurrencia. De una de esas actuaciones proviene la primera grabación conocida de Don’t Think twice, It’s Allright. Entonces era ya 1962.