sábado, 22 de agosto de 2015

Cortometraje: La cena de reencuentro (The Reunion Dinner, Anthony Chen, 2011, 15’)

 
Durante las celebraciones del año nuevo lunar del año 2011, los habitantes de Singapur pudieron disfrutar de un singular espectáculo a la orilla del río Hongbao: la proyección del cortometraje La cena de reencuentro, especialmente encargado para la ocasión, con acompañamiento musical de la Orquesta China de Singapur. El corto, dirigido por Anthony Chen, dramatiza la tradicional cena familiar de fin de año que reúne a las familias chinas, uno de los grupos étnicos más numerosos en ese crisol social que es la ciudad estado de Singapur. Es una celebración en la que se reparten unos tradicionales sobres rojos con dinero, se disfruta de la gastronomía tradicional y, por supuesto, se intercambian buenos deseos.

    En sus quince minutos, el cortometraje de Chen nos muestra la evolución de una familia en tres momentos diferentes, separados por más de una década. Comenzamos a finales de los años sesenta, volvemos a encontrarnos a los personajes durante los años ochenta y finalmente veremos cómo ha evolucionado esta familia en el nuevo siglo. El transcurso del tiempo nos muestra las transformaciones que se han producido en las clases medias del país asiático, de la austeridad de antaño al desarrollo de los años ochenta hasta el nuevo status de Singapur como centro financiero, con su imponente skyline y su luminosa agitación nocturna. Chen se detiene en los cambios sociales y también en la pervivencia de las tradiciones y en la fortaleza de los vínculos familiares.

Dado el carácter festivo y oficial del proyecto, Chen se guardó su afilada capacidad de observación para otro momento (concretamente, para Retratos de familia). El tono es amable y tierno,  en ciertos momentos abiertamente nostálgico. Pero La cena de reencuentro no deja de mostrar las virtudes de Chen como cineasta: desde su habilidad para trabajar con niños hasta su capacidad para analizar la evolución social de su entorno. El cortometraje muestra una visión más amable de la misma clase media a la que el cineasta diseccionaría con frialdad en su primer largometraje, pero sus imágenes no dejan de recordarnos que se trata de uno de los cineastas más prometedores que hemos tenido la oportunidad de descubrir este año en España.