Todd Rohal es un cineasta inclasificable. Sus películas se han definido como “comedias negras psicotrónicas” y solamente sus títulos (The Catechism Cataclysm, The Guatemalan Handshake) dan una idea de lo peculiar de su humor. De cualquier manera, ha conseguido un conjunto de fans modesto pero fiel, superando las pésimas críticas que recibe habitualmente y las reacciones no siempre positivas de gran parte del público. En 2012, Rohal vivió una experiencia muy desafortunada durante el rodaje de Nature Calls, una comedia comercial protagonizada por el cómico Patton Oswald: “Fue un completo desastre para mi, porque la hice con gente a la que no le gustaban mis ideas, que no confiaba en mi”. Lo que no de extrañar, en el fondo, porque las ideas de Rohal utilizan los aspectos más profanos y ridículos de la existencia para mostrar intentos quizá no demasiado bien encaminados de acceder a lo sublime. De cualquier manera, a comienzos de 2013 Rohal se encontraba en un momento delicado cuando su amigo el actor Eddie Rouse acudió en su ayuda.
“Eddie Rouse, el actor que sale en el corto, vino y me dijo: ‘Tengo la idea de que podría interpretar a Sammy Davis Jr. ¿Podrías pensar en algo?” Yo le dije: “Bueno, no puedo hacer un biopic, pero déjame ver si puedo escribir algo…” Y comencé a escribir un largometraje acerca de un imitador de Sammy Davis Jr. que vive en Reno, acerca de lo que significa estar en lo más bajo, cuando no te sale nada bien, pero sigues insistiendo y siguiendo tu camino. Estaba escribiendo eso cuando desarrollé esta escena para él y para Steve Little, que se convirtió en el corto. Me di cuenta de que no podía poner en pie el largometraje pero que podíamos rodar este corto en tres días en Austin. Simplemente quería hacer algo nuevo.” Rohal recurrió a la plataforma de crowdfunding Kickstarter para financiar el cortometraje, que se presentó en el festival de Sundance de 2014, ganando un premio especial del jurado por su visión única.
En Rat Pack Rat, Eddie Rouse interpreta a Dennis, un imitador de Sammy Davis jr contratado para animar el cumpleaños de Brandon, un joven enfermo que ha vivido toda su vida encerrado en su habitación y conectado a una extraña máquina. “Hay un tío aquí en Austin llamado Nick Derington que es un ilustrador de comics, y tiene esa increíble habilidad para crear esa clase de atrezzo. Me dibujó una imagen de lo que iba a construir y me dijo que se podía hacer con piezas del Home Depot por unos 150 dólares. Estábamos buscando algo de aspecto victoriano, mezclado con la tecnología setentera de los pulmones de acero y él creó este aparato de color verde vómito. Nuestro mantra para todo el proyecto era ‘manchado de orines’. Todo tenía que parecer como si se hubiera vomitado cien veces encima. Desde el punto de vista del color, creo que lo clavamos con esa máquina.” Los personajes de esta historia son perdedores que reclaman afecto, algo que puede ser tan ridículo como inquietante.( Es necesario advertir que este cortometraje no se ajusta a los criterios habituales de buen gusto. ) El aspecto más triste de la historia es que se convirtió en la última interpretación de Eddie Rouse, que falleció en diciembre de 2014 debido a una enfermedad hepática, después de una carrera de actor de reparto en el cine independiente, pero con apariciones en cintas de Hollywood como American Gagster y Superfumados. Su interpretación en este corto es uno de sus mejores trabajos, una creación cálida y emotiva con un asombroso dominio de registros aparentemente contradictorios.