Es posible que en algún momento hayas soñado con habitar un mundo parecido al de las películas de Wes Anderson. Ya sabes, colores suaves con tendencia al pastel, artefactos vintage por todas partes, música ye-ye. Si es así, no puedes dejar de visitar el Bar Luce (toma nota: Calle Largo Isarco 2, Milán, Italia). Esta colorida cafetería supone el debut como diseñador de interiores del director de El gran hotel Budapest. Es un local que forma parte de la Fondazione Prada, el complejo que acoge la colección de arte reunida por la famosa diseñadora italiana Miuccia Prada. En él, Anderson ha buscado recrear la esencia de los cafés milaneses tradicionales. Lo ha hecho, por supuesto, a su peculiar manera.
Un lugar ideal para niños prodigio o viejos artistas excéntricos. |
Por supuesto, todos los artefactos son vintage |
No faltan un par de máquinas de pinball para pasar la tarde |
Cada detalle lleva el inconfundible toque Anderson |
¿Y el servicio? Abajo, bajando las escaleras... |